sábado, 15 de marzo de 2008

Reseña: Revista Ciudad Invisible

Dos antologías poéticas porteñas*

Por Daniel Hidalgo

Armar una antología es siempre un ejercicio político. Se trata de trazar líneas y de desmarcarse, se basa en armar un cuadro estético y discursivo, de proponer un canon, un catálogo de micro estéticas. Pero ante todo, es un acto de discriminación en el mejor sentido de la palabra. Las antologías se sostienen en todos aquellos que no fueron antologados, bajo los criterios que se estimen convenientes. Por lo tanto una buena antología es aquella que abre el diálogo, que cuestiona, que enciende el fuego lingüístico.

Valparaíso está plagado de antologías de poesía joven y no tan joven, de diversos tipos, con diversas intenciones y de diversa calidad. Sin embargo, en un limitado campo editorial como el local, las antologías pueden resultar peligrosas e incluso dañar las pretensiones de los poetas nuevos y de los eternos emergentes, a quienes vicia y expone una obra que finalmente no existe. Esto sumado a la ineficacia de un territorio que no ha sido capaz de sostener un aparato crítico.

Ismael Gavilán se gana el título del antologador menos ingenuo de la lírica porteña, es más, con la publicación de “El Mapa no es el Territorio, antología de la joven poesía de Valparaíso” (Editorial Fuga, 2007) Gavilán da una ingeniosa lectura sobre el quehacer poético de la zona, aderezando a ésta, dos gestos técnicos y políticos: por un lado antologar no sólo a porteños, sino que a quienes simplemente, en algún momento, se hayan topado con este rincón del mundo, residan aquí o no, y allí radica el criterio y nombre de la publicación. Pero además, el otro gesto, es que se autoantologa, evidenciando su postura antievangelizadora respecto a su propia figura.

Es posible identificar dos patotas grandes en el corpus de la publicación: por un lado los nombres de poetas con el camino más aventajado y con cierta presencia en la actividad docente universitaria como los nombres de Sergio Madrid, Enoc Muñoz, Bruno Cuneo y el mismísimo Ismael Gavilán; y por otro lado los más jóvenes que confluyeron en talleres de escritura en La Sebastiana como Alberto Cecereu, Pedro Godoy, Karen Toro o Raimundo Nenen.

Ante todo, se trata de una selección de nombres con gran participación en las actividades de la zona, pero además de acercamientos académicos, por lo que se trata -salvo ligeras excepciones- de poesía con cierta inquietud intelectual, que problematiza y propone.

En cuanto a la edición, se trata de un grueso libro de una cuidadosa factura, de esos que da gusto tener sobre el velador, de detalles y buen material. Y en cuanto a su contenido, resulta completo. Hasta se da el tiempo de abordar breves ars poetica de cada uno de los seleccionados y reseñas biográficas hacia su final.

Una muy buena antología, que nos sirve para surfear por las olas de la poesía regional y saber en qué están nuestros poetas más jóvenes que resultan más interesantes
.
Fuente: Revista Ciudad Invisible, número 21, marzo 2008. www.ciudadinvisible.cl


*la segunda parte de esta reseña, aparecida en el número 21 de la Revista Ciudad Invisible en su edición del mes de marzo del 2008, ha sido omitida por los editores de este blog.

5 comentarios:

el vuelo de una bruja dijo...

HOLA


SOY LA POETA MARIETTA MORALES RODRIGUEZ Y VIVO EN LA CIUDAD DE ANTOFAGASTA . TE INVITO A LEER MIS POEMAS EN MI BLOG WWW.MARIETTAMORALES.BLOGSPOT.COM


TE SALUDA FRATERNALMENTE


MARIETTA MORALES RODRIGUEZ

Henri dijo...

Hidalgo -iba a decir "el señor", pero me arrepentí- ve dos personas juntas y ve patotas. Con lo cual se confirma su formidable "ojo" crítico. La categoría de patotas es uno de sus grandes descubrimientos, no cabe duda.
El que hizo nacer ("pujando, atrás adelante, respire hondo, tranquilito" se debe haber escuchado, como en todo buen nacimiento) a Hidalgo, el crítico Bisama (iba a decir "el señor", pero estaría de más), debería haberle enseñado un par de cosas sobre crítica. Por ejemplo: decir un par de pelotudeces de fuste (como hace el obeso crítico antedicho) que rompan la perfecta llanura intelectual de sus textos. Pero claro, lo único que le copió fue la absoluta llanura intelectual. No es una crítica imbécil, porque le falta algo para eso. Es VACÍA. Un ladrido no representa sino su sonido.

Buceo Táctico dijo...

Gracias FUGA por las felicitaciones. Estamos en contacto.
saludos.

Anónimo dijo...

Qué fome es henri

Anónimo dijo...

Amigos de La Fuga: Requiero un contacto con los editores para una posible edición, haber sí me dan una mano y me escriben a carrasco1nel@yahoo.es