lunes, 25 de febrero de 2008

Florencia Smiths




Escritura del Objeto


Queremos riesgo
Buscamos el desvío, porque los caminos ya están pavimentados
La ruta del desvarío, de la desintegración de la virtud
Borrachos vencemos al verdugo de nuestro cuerpo
porque preferimos esculpirnos una violencia de pulsión
Rasgamos palabras con las mismas manos con que
poseemos la carne, con los mismos dedos con que hemos
apuntado nuestra lasitud
Nos volvemos otros a cada instante
nos instalamos en las nuevas concepciones del honor, en los altos
conceptos de la infección
Perdidos en la borrachera de derrotarnos
entre nosotros
escudriñamos el objeto que designamos dentro
Abusamos de las ausencias ahí sin tocarnos
Las heridas se van transformando en substratos de pequeñas muertes
Y morimos un poco
A pedazos hacemos el poquito de muerte que nos corresponde
Mordemos el hueso graso que nos convoca a un hambre mortal
No contemplamos verdaderamente el aspecto
de nuestra clandestinidad
Nos abrimos mar adentro gente en fila en las orillas
Sabemos perecer por el nombre y a la hora requerida
Nos salivamos estúpidamente mientras la
imagen de la pantalla electrifica lo anverso
de nuestras rodillas
Ocupamos el frontis de una fachada
de un deseo
como un hábito mal tenido
acechamos el disturbio en cualquier instante
El mayor peligro es lo que aún no ha sucedido
lo que no atisbamos
Nos escondemos tras la caparazón de una noche pueril
una noche que testifica
el partir, la redención
el catastro de todas las muertes en la espalda torcida
con sus metales incrustados a destajo
El cuerpo está roto porque no ha sabido hablar
la parálisis de las palabras más duras le ha
vuelto una contención condenada al derrumbe
Cuerpo desencajado, muslos quebrados
por el ritmo de un golpe sin par
Huesos triturados por la designación de un mal hablante
que con sus dientes proclama el mordisco inaugural
A deshora queríamos encontrar el ojo de un riesgo que nos
llevara al miedo
y del miedo al vértigo
y del vértigo a la más antigua destrucción
Pero no logramos percibir el punto de vista de un objeto triunfador
Es eso lo que nos ciega
es eso lo que nos hace agua
Instalado allí
en su grandeza de objeto de primera -o cuarta- categoría
El otro nos aísla
Albergando la certeza de una fascinación
Hasta no poder concretar
ciertas definiciones
de un cuerpo a-r-mado




Ahora habrá que hacer el tajo
en el pecho
en plena fecha de renuncias
de fisuras
así como un delito de Fe
Habrá ahora que hurgarse las partes malsanas
desahuciados
desconocidos
y sin nombre
Escribiendo mal incluso
El soporte ajeno que nos limita.




Cerquita de mí


Aquí, cerquita de mí, quiero que te sientes, quiero que te sientes y me des agua, quiero que me pongas las gotas de agua con el dedo en los labios, en la herida roja que maquillo para intimidar a las demás. Cerquita, así de cerca, siéntate y lámeme la cara, la mejilla, el mentón, con el agua simula mi sudor, acércate y aférrate a este delimitar líquido de un rostro desconstruido por un deseo carnal. Siéntate, quietito, con el dedo bien mojado, pásalo por los ojos, yo voy a cerrar los ojos cosidos, los voy a abrir, van a estar mojados y, ambos sentados, trataremos de dibujarnos los rasgos perdidos por la violencia del pacto. El agua lo cura todo, así dicen, pásame el contorno de tu dedo húmedo por el bosquejo de una cara que todavía no termino, que aún avanza entre las propuestas de tantas otras, por no reconocer su encuadre, su marca, sólo sé mirar el tajo de la boca que gotea porque se ha juntado el agua con el aceite sangre mientras acomodas tu cuerpo a la silla, incómoda y cuadrada.
Siéntate y aquéjame, mírame de reojo, no tengo pretensiones de apuro, hay un vaso de agua lleno, hay secuelas de mí que piden agua, porque son los rostros y los daños, las damnificaciones de todo lo que atenta contra este pequeño pliego de carne; las miradas, los gritos, los besos, los golpes, los gestos, los movimientos serios. Arroja tu mano en mi pelo. Deja que este tajo gotee hondo y haga una posa en mi regazo raspado, descuerado, en mis piernas rajadas de orillas y de cortes que tantos filos de espejos le han hecho para que se marque.



La fuente de andrógina




Andrógina se lava el cabello en una fuente de semen
Andrógina sabe que en sus vellos se enredan las uñas de la codicia
De cuerpo desnudo se somete a la fuente de rosas vírgenes
Y se entierra una espina en lo hondo de su muslo más blanco
Andrógina canta lánguidamente danzando entre los pétalos
Y no sabe que tiene la palidez del mármol muerto
El color de una bestia en celo
Ahoga su piel en lamentos de terciopelo rojizo
Y cada jardín que la vigila tiende a aquella fuente
Sueña con ella
Y la desea…
Pero, repentinamente
Andrógina tiembla
La sangre revienta desde el interior de su cuerpo
Como un querubín asustado se tapa la vergüenza a dos manos
¡Es que la han visto! ¡La han descubierto!
Todos estaban mirándola
Mientras ella cantaba inocente y afable
El himno erótico de su raza
Por entonces
Quiere beberse el agua de la fuente esmaltada
Pero coge apresuradamente los pétalos mortecinos
Se tapa con ellos
(Los espectadores permanecen atónitos)
Andrógina vomita el semen de su pelo
…Ellos se acercan…
Ella tiene miedo.



Hay niños


Hay niños bajitos que aprenden a estirarse en cuerpo y mente como un equilibrista del fuego elástico en las sienes
Hay niños de pelo oscuro que impulsan a las neuróticas a campos de dulces concentraciones y torturas
Hay niños de gestos torpes que no saben prender bien el cigarrillo de la mujer pero que al quemar poco a poco el dedo índice le encienden una hoguera de recíproca fugacidad
Hay niños atentos educados como orfanatarios en donde asienten a las más mínimas órdenes sean estas sexuales o no
Hay niños pulsionados y llevados a torrentes por sus vasos coagulados de puro gesto
Niños que buscan hombres y mujeres para sentirse menos solos para sentirse bien amados hasta cuando amanece bien temprano y se dan cuenta que la piel se les está arrugando
Hay niños que altos en su compostura implantan una mirada definitiva en las cortezas de los ojos de otras niñas
Ellas se ilusionan porque piensan que los niños altos con el pelo revuelto miran así para siempre y las arrojarán a sus brazos como testigos impávidos de asesinatos múltiples
Hay niños grandes de manos de pianista en alguna pauta perdida niños de uñas blancas casi transparentes como sus palabras desperdigadas en el ocio de una noche borracha
Los silencios de esos niños ángeles son como costritas que se posan leves en la epidermis del deseo y las niñas ancianas osan tocar las escamas como evidenciadas ante un acontecimiento elemental de suspicacias
Hay niños que temen un poco cuando se les ama
Hay niños que piensan que las citas a medias en bares de hoteles no tienen más destino que escribirlas en cuadernos antiguos y a cuadros
Hay niños profanos y fugaces, emancipados en las fiestas de sus magnetismos eternos
Hay niños blancos de cejas castañas que alimentan pasiones de niños en la fuga de un cuadro en el punto de una coma existencial
Hay niños amados que uno sin conocer ya está adorando y cuando llegan
Las miradas son la comprensión de una letanía imposible e inigualada de tanto esperarla
Hay niños bellos como la prisión de los bosques a cierta hora
Niños que acuden a los sueños porque sus cuerpos están hechos de inconsciencia pura
Hay niños suaves y viajantes en los ojos de los trenes en la noche a punto
Hay niños que cuando abrazan resquebrajan y mutilan quietamente la presión de la muerte en la espalda tensionada
Hay niños cruentos veloces displicentes asombrosos cuando hablan
Hay niños de todos y de nadie
Niños que se dominan solos y que nadie sabe controlar porque no son predecibles como el frío en los dedos y en los huesos
Hay niños que dicen te quiero lento y bajo
Hay niños malcriados y hermosos que ciegan al sol con sus movimientos retardos
Hay niños que he visto que he tocado que he coloreado
Pero nunca había conocido a un niño hecho de ángel a oscuras
en la cofradía de las especies
en la lubricación de palabras que vienen no sé de dónde
nunca así había desde niña sido embebida por un niño de-mente
que en su locura lógica determinara los rasgos de las huidas y los bordes traspasados
hay niños ciertos
pero de tan inmensos la falsedad asoma sin querer en sus textoscuerpos




Narciso y nuestra infamia



A veces hablo con Narciso de nuestra infamia.
Me río de su figura con una nostalgia imperecedera,
Atroz.
Él logra hacerme llorar con su belleza.
Y no me deja tocarlo,
Por miedo a que pueda rechazar tanta perfección.
Nuestros orgullos se alzan sobre nuestras cabezas.
Flamean las banderas del éxtasis en nuestra patria.
Canta el sol la fortuna de alumbrar nuestros ojos.
No puedo amar a Narciso por más que lo desee mi cuerpo, yo misma.
Me traiciono, a veces, mirándolo de soslayo,
Y él apenas voltea, en actitud más lánguida que un lirio
Al que le lloviera el rocío.
Narciso, Narciso…
Déjame alcanzarte para entender que también soy débil y preciosa.
Déjame poseer el pálido reflejo de tu carne saturada de salud.
Permite que te toque, que cuando apenas te roce en una escena privada de luz,
Yo me pregunte dónde, ¿Dónde perdimos la humildad que fomenta la fuerza?
¡Oh Narciso, si he de ser pulcra por admirar mi delicadeza, hazme vana!
Hazme aún más viciosa y salvaje que tu dios.
Quiero ser aquella primera que destruya tu esfinge.
Cual Medea envenenada por la acción brutal de desenmascarar, de destronar,
De develar aquello fiero pero enfermo de tu lid.
Mi adonis, mi dueño ideal, deja de contemplar las aguas de diamante que te embriagan.
Yo, he roto la leyenda, acaso para ahogarme esta primera y última vez
en el espejo terrible que surca mi frente espontánea…
El espejo de la Muerte.





*Nací en Santiago, 1976, pero vivo desde siempre en San Antonio.
Profesora de Castellano y Licenciada en Educación de la Universidad de Playa Ancha de Valparaíso (2002).
Ejerzo como tal en San Antonio desde el 2003.

-He publicado en antologías:
*Antología 21 poetas de la Universidad de Playa Ancha. (1999)
*Antología Poética “Viernes, veinte horas”, Taller Veinticuatro, Centro Comunitario Padre Hurtado, Las Condes. Claudio Geisse editor. (2001)
*Creación desde la palabra, UTFSM de Valparaíso. (2001)
*Antología Poética Universidad de Playa Ancha (2002)
*Antología de la joven poesía de Valparaíso “El mapa no es el territorio”, Editorial Fuga. Ismael Gavilán. (2007)
*Antología Poética Des-aparecido, Valparaíso. Ediciones Comuna Memoria (2007).

-He participado en encuentros y lecturas públicas de poesía:
*Carnavales Culturales de Valparaíso (2001)
*Encuentro Internacional de Poetas CHILE-POESÍA, Santiago (2003)
*Encuentro Internacional de Poetas Jóvenes POQUITA FÉ, Santiago (2004)

-Actualmente formo parte del Taller de Escrituras Buceo Táctico de San Antonio y de la re fundación de la Editorial Economías de Guerra, también en este puerto.

http://florenciasmiths.blogspot.com
http://tallerbuceotactico.blogspot.com

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buenos textos...a la espera del Margen del Cuerpo

Anónimo dijo...

bien rodrigo, que buen comentario

Anónimo dijo...

bien rodrigo, que buen comentario, bien rodrigo, que buen comentario, bien rodrigo, que buen comentario, bien rodrigo, que bueno comentario,

Anónimo dijo...

Enamorada de su forma de escribir!!